Tierra húmeda

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TIERRA MOJADA

por Arturo Pavón Ramírez

 

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losrostrosdeclaudia

Acompañar a la Dra Claudia Sheinbaum Pardo, en sus giras de campaña, me dió la oportunidad de captar los rostros más bellos de México. Cada uno refleja una historia individual que, al unirlas con otras, le dan identidad a nuestra mexicanidad.

La modernidad se hace presente, ya sea con cambios en la indumentaria, el uso de cosméticos o con los avances tecnológicos que nos permiten comunicarnos con nuestros familiares y amigos. Ésto último es de vital importancia para seguir  unidos a nuestros hermanos migrantes.

Sin embargo, la gran fortuna que tenemos al haber nacido en este país, es que no olvidamos nunca nuestras raíces.

Te pregunto, hermana, hermano migrante:

¿Huele igual la tierra mojada en el extranjero que en los campos de México?

¿Se siente lo mismo tomar un puño de tierra húmeda de la Florida o de California, que la aromática tierra de Michoacán o de Tamaulipas, Campeche, Morelos o Hidalgo?

Esas tierras que nuestras madres, abuelas, tías, hermanas o primas labran desde tiempos remotos al lado de sus compañeros. Tierras húmedas o secas que han contribuido a la aparición de grietas en las manos y arrugas en los rostros, profundizando la hermosura de una vida de trabajo.

Podemos teñirnos el cabello o delinear nuestros párpados (cosas que ya hacían nuestros antepasados, pero ahora con estándares estéticos internacionales), no obstante la “modernidad”, ese recuerdo de la lluvia nocturna en el rancho, apenas iluminada por las velas de cebo o los quinqués, siempre estará en mi mente. La vida en el campo, TU CAMPO, es inolvidable. Agradezco a quienes coincidieron en sus vidas, uniendo sus historias para dar vida a la mía y ahora, a las de mis hijos.

¡Viva México!