¿Por qué huyó O.J. Simpson a Miami y qué hizo durante siete años como hombre de la Florida?
La gente que huye de su pasado suele acabar en Miami. O.J. Simpson también huyó aquí, en busca de tolerancia, campos de golf y leyes indulgentes que protegieran sus bienes de los padres que lo acusaron de matar a sus hijos.
Declarado inocente de casi decapitar a su ex esposa Nicole Brown Simpson con un cuchillo y de apuñalar a Ron Goldman en 1995, en un juicio por doble homicidio que conmocionó y dividió al país, el ex jugador de football se mudó con su hija y su hijo de Los Ángeles a una casa en Kendall.
Allí vivió, durante unos siete años, al final de un camino de entrada bordeado de palmeras reales, intentando pasar inadvertido como padre soltero en los suburbios.
Pero Simpson, quien murió de cáncer el miércoles a los 76 años, no pudo escapar de su espantosa celebridad. De hecho, Miami siendo Miami, se deleitaba en ella. “Al principio pensó que podía llevar una vida tranquila, pero, debido a su mala fama, Miami no se lo permitió”, dijo al Herald el abogado de Simpson en Miami, Yale Galanter.
“Me asombraba cómo la gente acudía a él en público, queriendo saludarlo y tomarle una foto. Cada vez que entraba en una habitación podías sentir su aura y oír los susurros: ‘¿Lo hizo o no lo hizo?’” Simpson pasaba mucho tiempo jugando al golf, mostrando su famosa sonrisa y agitando un puro ante los curiosos. Era habitual en los campos públicos.
Sus intentos de hacerse socio de clubes privados fueron rechazados en repetidas ocasiones.
Al igual que su solicitud para vivir en el exclusivo enclave de DeGarmo Estates.